Preservativo femenino ¿Cómo es? ¿Cómo se usa?

Es una funda de poliuretano, más ancho que el masculino y provisto de
un anillo rígido de unos 10 cm. de diámetro en el extremo abierto y de
un segundo anillo más estrecho situado en el interior del preservativo.


Se venden en farmacias aunque está menos comercializado que el masculino y su precio es mayor.

Su colocación puede realizarse “independientemente de la erección del
pene” y puede retirarse con posterioridad a la eyaculación.

Las
dos anillas sirven para su colocación, un interna para introducir el
preservativo dentro de la vagina, y otra externa que permanece fuera de
ésta.

Para su colocación hay que coger la parte inferior del
anillo interior entre los dedos índice y pulgar, introduciéndolo en la
vagina procurando llegar lo más dentro posible.

Se introduce
después el dedo en el preservativo hasta que se toque el extremo del
anillo interior impulsándolo hacia el fondo de la vagina (el
preservativo estará bien colocado cuando el anillo interior se
encuentre a la altura del hueso público). El anillo exterior junto con
una pequeña parte del preservativo quedará fuera de la vagina.

Para
extraer el preservativo, hay que retorcer ligeramente el anillo
exterior para evitar el derramamiento del esperma, tirando de él con
suavidad.

Ventajas

Cuando se usan correctamente en cada relación coital previenen las ETS, incluyendo VIH/SIDA, así como el embarazo no deseado.

Puede interrumpirse su uso en cualquier momento.

Puede ser insertado hasta 8 horas antes de la penetración.

Se puede utilizar con cualquier tipo de lubricante, ya que está hecho de poliuretano y no de látex.

Es una alternativa ante la alergia al látex.

Permite que la mujer tenga el control sobre su uso.

Desventajas

Requiere práctica en su colocación.

Puede
disminuir la sensibilidad, ya que cubre parte de la vulva dificultando
la estimulación de la misma durante la penetración.

Es difícil de encontrar y su coste es más elevado que el masculino.

Son de un solo uso.